El Ministerio Público puso en marcha este martes la Operación Jaguar, una ofensiva contra el narcotráfico y las redes de crimen organizado, en coordinación con la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
De acuerdo con la Procuraduría General de la República, 35 fiscales, bajo la coordinación de la Dirección General de Persecución, se integraron a las labores junto a 300 agentes, entre los cuales se encuentran 63 miembros de la DNCD y más de 170 policías, con el respaldo del Ministerio de Defensa y sus organismos, incluida la Fuerza Aérea.
La operación se lleva a cabo en Cotuí, San Francisco de Macorís y Santiago, y cuenta con la cooperación internacional de la DEA y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
El operativo tiene como objetivo incautar equipos electrónicos y documentos esenciales para avanzar en las investigaciones relacionadas con una red internacional de tráfico de drogas.