NUEVA YORK.- El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido en el Consejo de Seguridad de la ONU acabar con la guerra en Ucrania antes de que haya una «escalada» y se «propague» a otros países, lo que «profundizaría aún más las tensiones y divisiones» en todo el mundo en un contexto en el que la situación internacional ya es delicada.
«Dos años y medio después de la invasión total de Ucrania, han muerto más de 11.000 civiles. Cuanto más se prolongue esta trágica guerra, mayor será el riesgo de escalada y propagación. Esto no sólo afectaría a la región, sino que profundizaría aún más las tensiones y divisiones globales, en un momento en que nuestro mundo necesita desesperadamente más cooperación y acción colectiva», ha expresado Guterres durante su intervención.
Tras ello, ha mostrado su esperanza de lograr la paz aunque «las perspectivas puedan parecer lejanas» debido a los «crecientes llamamientos al diálogo» o los intercambios de prisioneros de guerra que se producen de forma continuada.
Sin embargo, ha hablado sobre las recientes declaraciones «incendiarias» y de un aumento de los «incidentes en torno a emplazamientos nucleares», especialmente en la de Zaporiyia –de propiedad ucraniana pero ocupada por Rusia– y la de Kursk –en territorio ruso–, tras lo que ha felicitado al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) por su «vital presencia» en estas instalaciones para ayudar a garantizar la seguridad nuclear.
«Insto a todas las partes a que actúen con responsabilidad y eviten cualquier declaración o acción que pueda desestabilizar aún más una situación ya incendiaria», ha añadido.
De igual forma, ha condenado los ataques contra civiles e infraestructura civil «dondequiera que ocurran y quienquiera que sea el responsable», tras lo que ha mostrado su preocupación por «la seguridad, las necesidades humanitarias y los Derechos Humanos básicos» de las personas que se encuentran actualmente en zonas ocupadas.
Guterres también ha criticado la «violación» del principio del respeto a la soberanía de los Estados miembros de la ONU tras la anexión «ilegal» de la península de Crimea y la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
«Las poblaciones civiles siguen pagando el precio. El número de muertos sigue aumentando. Casi diez millones de personas han huido de sus hogares. Los ataques sistemáticos contra hospitales, escuelas y supermercados solo aumentan el dolor y la miseria. Los cortes de electricidad y los daños a la infraestructura han dejado a millones de personas en la oscuridad», ha agregado.
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